Durante la pandemia relevamos comedores y merenderos que prestaban el servicio de alimentación previo a la pandemia y los que se abrieron para hacer frente a la demanda alimentaria que el ASPO produjo; ya sea como “olla popular” o como lugares en los que se realiza el reparto de bolsones de alimentos. El Área Reconquista posee más de 85 comedores comunitarios que en el contexto de pandemia se transformaron en articuladores claves en materia de acceso a derechos. En este punto la iniciativa vecinal “Comunidad Organizada” y la red de trabajo del proyecto fueron claves para que los nuevos espacios que comenzaron a asistir alimentariamente a vecinos/as fueran acompañados por las organizaciones más antiguas. Gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación (MINCyT) contribuimos con el mejoramiento del equipamiento e instalaciones de varias cocinas para facilitar la tarea de las cocineras voluntarias.
Participamos del proyecto de producción agroecológica de hortalizas en un terreno que rodea la Escuela N° 26 y el barrio militar en ruta 8 entre Eva Perón y Márquez. Para esto se diseñó un plan de trabajo junto a referentes de INTA ProHuerta y responsables de otras organizaciones, se conversó con la directora de la escuela y se hicieron gestiones para acordar el uso de la tierra con responsables del barrio militar. Se envió el proyecto general para aplicar al programa Sembrar Soberanía, y se escribió otro proyecto de menor envergadura, Casa Común, para trabajar con mujeres migrantes en la producción de plantas autóctonas con valor ecológico por su contribución a la biodiversidad y valor cultural por su valor alimenticio, ornamental y medicinal.




